La noche del 27 al 28 de octubre en 24 municipios de Euskadi se realizó un estudio (mediante encuestas) sobre personas en situación de exclusión grave que no tienen hogar. 1.022 personas participaron como voluntarias, un 31% más que en 2014 –último año que se realizó el estudio–.
Los datos en Bilbao. La mayor proporción de personas localizadas (el 23,2%), correspondió al Distrito de Abando-Indautxu y, en el 2014, el Distrito con mayor proporción de personas localizadas fue el de Basurto-Zorrotza (34,8%).
Nota de prensa del Ayuntamiento de Bilbao con todos los datos¿Por qué ser voluntario?
Sólo en Bilbao fueron 220 voluntarios los que participamos en el recuento como voluntario, un 8.9% más. Un trabajo que se realizó desde las 20h, con la reunión previa de preparación, y hasta las 2h cuando acabó el “trabajo de campo”, la realización de las encuestas.
Por encima de los números, cada uno elige ser voluntario por una razón. La mía la cuento en Deia.
“Piensas en la historia de esta gente”
“Quería conocer historias”, dice Mikel Secada. Estudiante de comunicación se prestó voluntario para hacer el recuento de las personas que duermen en la calle. Salía a la calle como si fuera un notario de la exclusión para conocer de primera mano lo que ocurre en ese otro lado de la sociedad. “Lo primero que me sorprendió fue que había bajado el número de personas que duermen en la calle, según nos dijeron”. Cumpliendo lo que les habían enseñado en el curso de formación que realizaron previamente solo pudo entrevistar junto a su compañera de recuento, Maider, a un sin hogar. “Estuvimos casi tres cuartos de hora y aunque vimos que había bebido, también no los dijo, nuestra entrevista sirvió al menos para darle información sobre los servicios sociales que hay en Bilbao y que el no conocía porque era extranjero”. Afortunadamente no llovía y tampoco eran bajas las temperaturas pero la situación seguía siendo demasiado impactante para alguien que como Mikel se estrenaba en un voluntariado de estas características, aunque hubiera colaborado en otros temas y fruto de ello estuvo en 2011 en Sahara. “Cuando reflexionas y piensas la historia que hay detrás de estas personas eres consciente de que cualquiera puede acabar durmiendo en la calle, cuando se produce una situación de mala suerte”. Para este estudiante, “una forma de evitarlo son los servicios y quizás falte trabajo de prevención”.
Cada uno reflexiona sobre porqué ser voluntario, pero como contaba en el diario local, la historia que hay detrás me parece fundamental para entender cómo una persona ha llegado a vivir en la calle. La periodista, Olga Sáez, también me preguntaba si todos podíamos llegar a vivir en la calle. Mi respuesta fue contundente: “Sí, cualquiera puede vivir”.
Un punto importante es el trabajo de los servicios sociales de cada municipio, sobre todo, el trabajo previo antes de llevar a una situación de exclusión social muy grave. Quizá aquí sea donde los equipos de prevención más tienen que trabajar, ya que, muchas veces hasta que no llegamos al límite no vamos al departamento de acción social ni siquiera a informarnos.
A continuación os dejo los reportajes que publicó el diario Deia (Bizkaia), en el que entrevistaron a varios voluntarios.
Cada por tanto tendrá un motivo para ser voluntario, pero es innegable que hay momentos en los que recurrir a voluntarios es fundamental. En Bilbao, 220 personas; pero en Euskadi, 1.022. ¿Se imaginan pagar a todas estas personas? Hablaríamos de un coste de 80.000€ más o menos a los que habría que sumar la empresa que planifica y analiza los datos de las encuestas (y otros costes que nos dejemos por ahí).